Arquitectura Comercial

La arquitectura ha acompañado a las empresas desde el principio de los tiempos, los diseños y estilos que se adaptan a las necesidades del mercado han hecho que muchas empresas sobresalgan y sean exitosas. De aquí nace la “arquitectura comercial” que se define como el conjunto de elementos de la arquitectura interior y exterior que impulsan a los clientes a realizar la compra.

El diseño del espacio es la portada de los productos, el punto de venta puede definir con claridad el servicio o producto que una empresa ofrece, dándole la facilidad a los consumidores de vivir la experiencia completa de compra.

La creatividad de la arquitectura nos ha llevado lejos, convirtiendo empresas en experiencias únicas para los usuarios y como arquitecto se deben tomar en cuenta los siguientes elementos:

1.- Giro de la empresa: Dependiendo de lo que se ofrezca como marca, se debe tener una estrategia de los puntos clave del local. ¿Cómo hacer que el servicio sea más rápido?, ¿hay espacio suficiente para los clientes?, ¿el espacio facilita la producción?

2.- Posicionamiento de productos: Cuando conoces el giro de la empresa, el proyecto se debe adaptar a los deseos del cliente. ¿Qué productos compran?, ¿con qué frecuencia van al punto de venta?, ¿qué visuales desean en el espacio?

3.- Funcionalidad del espacio: Con esto nos referimos a la facilidad que tiene el usuario de encontrar lo que busca. Esto abarca desde la arquitectura exterior dónde atraes al consumidor al punto de venta y en el interior, la experiencia que se vive en el lugar

4.- Reducir gastos: Para ser una empresa rentable, es conveniente contar con materiales y elementos que ayudan a reducir el consumo de servicios tales como agua, luz, gas, etc. Se pueden utilizar materiales que mantengan una temperatura agradable y se puede aprovechar la luz natural para evitar el gasto de energía.

La estética del lugar es importante, pero debe ser prioridad el darle la funcionalidad adecuada al espacio. Los consumidores buscan comodidad, tranquilidad y confianza en las empresas y la arquitectura puede ser una herramienta ideal para lograr su fidelidad.

Lo que la arquitectura comercial busca es hacer que las empresas reflejen su estructura y esencia en el punto de venta y poderles brindar el mejor servicio a sus clientes gracias a la eficiencia del espacio de compra-venta.