La ubicación de un negocio determina en gran medida su clientela, su duración y en resumen, su éxito. La localización de tu negocio es un punto fundamental en referencia a la viabilidad económica de la empresa.
Una buena ubicación estratégica puede llegar a ofrecer muchos beneficios a la empresa o, por el contrario, llevarla a fracasar. La ciudad, el entorno y la facilidad de acceso son puntos a comprobar de forma obligada.
Una vez elegido el lugar donde iniciar tu negocio, existe la posibilidad de que puedas elegir entre diferentes locales, hay que tener en consideración a tus futuros clientes, de nada sirve tener el local más céntrico de una capital, si nuestra clientela potencial no se mueve en las inmediaciones. Además, aspectos como una constante afluencia peatonal y de vehículos, así como las facilidades de acceso al establecimiento serán decisivas. Incluso se debe tener en cuenta el propio local, es preciso que sea un espacio adecuado para el tipo de negocio que se va a desarrollar, con posibilidades de ampliación y cuya necesidad de obra civil no sea excesivamente costosa.
La decoración, ambientación o diseño de un local comercial, debe entenderse como un contenedor pensado y creado para resaltar las virtudes del producto, y favorecer la convivencia y relaciones humanas en el interior del mismo.
Cuando un cliente paga por la arquitectura comercial de su negocio no está pagando por un local comercial espectacular y llamativo. En realidad está pagando porque ese diseño arquitectónico le ayude a vender más, a atraer clientes a la tienda y a que éstos tengan una óptima experiencia de usuario.
La experiencia que tienen nuestros clientes y visitantes, no solamente la viven en los productos y servicios que adquieren en nuestro establecimiento, se da en su diseño: en su logotipo, empaques, colores, servicio a cliente, aromas y texturas, etc., también esta experiencia se vive en la arquitectura, en el interior y exterior de sus establecimientos, enriquecer los espacios que tenemos a su disposición creará una experiencia que recuerde y por lo mismo desee repetir.
Un ejemplo de ésto es el caso de la tienda Apple Michigan Avenue. El local cae en cascada desde Pioneer Court hasta la orilla del río, creando nuevas conexiones entre la ciudad y el río. El proyecto refleja el compromiso de Apple con las ciudades y comunidades en las que habita, y es el resultado de una estrecha colaboración entre el equipo de diseño de Apple liderado por el director de diseño.
El diseño arquitectónico fue pensado para eliminar los límites entre el interior y el exterior, reviviendo importantes conexiones urbanas dentro de la ciudad. Une una plaza histórica que había sido desconectada del agua, dándole a Chicago una nueva área dinámica que fluye sin esfuerzo hasta el río. Creando espacios activos donde las personas pueden conectarse, crear y experimentar la ciudad y el río juntos.
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